Más de 400 personas participaron en el Congreso LATAM Renovables 2025
- anaclarapaz78
- 1 ago
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Autoridades, especialistas y referentes del sector energético debatieron sobre el rol de la inteligencia artificial en la transición energética
Montevideo, 31 de julio de 2025. Con más de 300 personas presentes en el Auditorio del LATU y más de 100 conectadas de forma virtual, se desarrolló con éxito la 11ª edición del Congreso LATAM Renovables, organizada por la Asociación Uruguaya de Energías Renovables (AUDER). Bajo el lema “EnergIA Inteligente”, el evento, que contó con 58 expositores, puso el foco en los desafíos y oportunidades del uso inteligente de la energía en un contexto de transformación tecnológica.
Durante las dos jornadas, autoridades, especialistas y actores del sector público y privado compartieron experiencias, investigaciones y propuestas en torno a movilidad eléctrica, hidrógeno verde, generación distribuida, almacenamiento con baterías e inteligencia artificial aplicada al sector energético.
El congreso incluyó además paneles con representantes del programa Future Energy Leaders y de la Asociación Uruguaya de Mujeres en Energía, que presentaron iniciativas centradas en innovación, liderazgo y equidad de género en el sector.
En paralelo, se llevó a cabo el V Congreso del World Energy Council – Capítulo Uruguay, lo que permitió ampliar el alcance técnico y político del encuentro y consolidar su perfil como espacio de referencia para el diálogo regional sobre energías limpias.
El presidente de la República Oriental del Uruguay, Yamandú Orsi, se hizo presente en la apertura del congreso a través de una carta, donde expresó: “Acostumbrados a una suerte de inamovible perfil bajo, a veces, los uruguayos pasamos por alto nuestros logros colectivos, nuestra acumulación positiva que supone continuidad, rumbo claro y profundo sentido nacional”.
“La política en materia de energías renovables de Uruguay, fruto de un gran acuerdo republicano, nos permite asumir que el camino de las coincidencias en este y otros temas no es utopía”, dijo el presidente. Y agregó: “Por cierto, además, fruto de esos acuerdos, nosotros, los uruguayos y las uruguayas de todo pelo y color, pavimentamos el camino a la inversión, al desarrollo, a la generación de riqueza, esa que permite distribuir”.
“Ustedes me conocen, he participado en más de una oportunidad de instancias como estas y conozco de primera mano lo que hacen, promueven y hacen crecer con pasión y eficiencia. Por eso, creo que las deliberaciones de este XI Congreso Latinoamericano de Energías Renovables constituyen una inyección de futuro venturoso”, sostuvo Orsi.
Y concluyó: “El camino está trazado. Es un imperativo en clave país seguir este recorrido, en este y en otros temas, que insisto e insistiré precisan de todos. Aún para pactar los disensos”.
La segunda transición energética: un desafío impostergable para el Uruguay
Durante la apertura, el presidente de AUDER, Diego Oroño, advirtió que el auge de la inteligencia artificial plantea un nuevo escenario para los sistemas energéticos globales: “En un momento donde el mundo se comprometió, a través del Acuerdo de París, a reducir drásticamente las emisiones y alcanzar la neutralidad climática para 2050, el surgimiento de un nuevo y masivo consumidor de energía nos obliga a actuar con rapidez y con responsabilidad”.
Remarcó que, si esa energía no proviene de fuentes renovables, “la inteligencia artificial puede transformarse en un acelerador de emisiones justo cuando deberíamos estar reduciéndolas”. Al mismo tiempo, destacó las oportunidades que presenta su aplicación en el propio sector: “Estamos frente a una doble transición: una energética y una digital”.
Y agregó: “Es clave que quienes toman decisiones -los reguladores, los gobiernos, las empresas- entiendan que estas transiciones están profundamente entrelazadas. La inteligencia artificial puede acelerar una transición energética justa y eficiente, pero también puede ampliar desigualdades si no se planifica con visión de futuro”.
En relación con el contexto nacional, Oroño llamó a retomar el camino de acuerdos interinstitucionales y políticos que hicieron posible la primera gran transformación energética del país. “A ocho años de culminada la primera transición energética, las incorporaciones de energía han sido casi nulas en comparación con el aumento de la demanda”, alertó.
Recordó que el éxito de aquella etapa no se explica solo por decisiones técnicas o inversiones, sino por un amplio consenso social y político: “Se pudo desarrollar una política energética con el consenso de todas las partes. Aquella política, refrendada por todos los partidos políticos y que tanto orgullo y reconocimiento nos ha dado, está a cinco años de llegar a su horizonte”.
Con la mirada puesta en el futuro, Oroño planteó que “incorporar nuevas tecnologías, nuevos modelos de gobernanza, nuevas demandas, así como trazar nuevos objetivos, se impone”. Y concluyó: “Pensar en poder generar estas mismas condiciones y un documento con consenso de similares características hoy parece un gran desafío. Pero, así como es un desafío grande, nosotros entendemos que es una necesidad fundamental. Y como uruguayas y uruguayos debemos estar a la altura”.
Por su parte, el ministro de Ambiente, Edgardo Ortuño, reafirmó el compromiso del país con un modelo de desarrollo sostenible basado en energías limpias, innovación y planificación de largo plazo. En ese marco, destacó que Uruguay ya completó una primera transición energética, centrada en la transformación de su matriz eléctrica, y se encuentra en condiciones de avanzar hacia una segunda etapa.
"Uruguay desarrolló su primera transición energética, y desde esa base hoy tenemos que plantearnos y asumir el desafío de empujar, impulsar y concretar la segunda transición energética en nuestro país", afirmó Ortuño. Entre los principales desafíos mencionó la movilidad eléctrica, la acumulación de energía, y el desarrollo de nuevas tecnologías que requieren "una apuesta a la innovación, a la investigación en desarrollo".
Uno de los pilares de esta nueva etapa es la agenda del hidrógeno verde, para la cual el gobierno está trabajando en la evaluación ambiental estratégica del sector. Según explicó el ministro, el trabajo se realiza junto con el Ministerio de Industria y se orienta a "planificar, incentivar, minimizar impactos posibles negativos y, sobre todo, potenciar lo que son las posibilidades que tiene el Uruguay", en un contexto global favorable a este tipo de inversiones.
Con una matriz consolidada en energía eólica, solar y biomasa, Uruguay ha logrado posicionarse internacionalmente como un país confiable y atractivo para inversiones en energías limpias. "No tengo duda de que van a seguir llegando proyectos importantes, por el prestigio que ha construido el Uruguay como marca país en este sentido", sostuvo Ortuño.
Para el ministro, se trata de una oportunidad histórica que debe ser abordada con una mirada estratégica: "Construyamos esa segunda transición energética que es posible en estos nuevos sectores de punta, entrelazando -sin duda- las revoluciones energéticas con la digital", expresó. Y concluyó: "Aprovechemos la apuesta al Uruguay sostenible como una oportunidad de crecimiento y de posicionamiento hacia adelante y hacia el futuro del Uruguay".
La ministra de Industria, Energía y Minería, Fernanda Cardona, dijo que Uruguay “ya está en camino de concretar la transformación de su matriz energética con todas las cartas sobre la mesa y con convicciones firmes”.
“Nos proponemos potenciar la infraestructura que tenemos y encarar la segunda gran transformación, que es la de avanzar en descarbonizar la matriz energética. Esa es la segunda transformación, y esa tiene vectores que tenemos claro hacia dónde tenemos que caminar, muchos de esos empezados, pero que requieren de consensos más amplios”, sostuvo.
La ministra se refirió a los proyectos vinculados al hidrógeno verde y remarcó: “Nuestro mensaje es simple. Uruguay ofrece reglas claras y colaboración sincera, y el sector privado va a seguir aportando iniciativa, innovación y capital. Así, la meta de la transición energética también se convierte en un esfuerzo compartido y viable”.
La estrategia ministerial se basa en “seis ejes prioritarios para el desarrollo de hidrógeno: generación de capacidades, diálogo ciudadano, marco regulatorio, impacto socioeconómico, dimensión ambiental y logística e infraestructura”.
“Sabemos y hemos determinado que la ecuación de futuro tiene que ver con los recursos naturales más un valor agregado. Somos un país rico en viento, sol y agua, y aspiramos -vamos a ser- igualmente ricos en conocimiento, tecnología y cadenas productivas sofisticadas”, explicó.




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